Frente al mar, acunados por la montaña, nos encontramos con este maravilloso ejemplo de simbiosis entre el humano y la tierra.
Cada palmo de suelo que pisamos está vivo, nos dice Frida. Pisa con cariño.
En la finca Selvita se aprecia de nuevo un profundo respeto y conocimientos de las diferentes plantas, hiervas y flores silvestres, además de sus múltiples usos medicinales y nutritivos.
Entra también en juego un factor muy importante, que es el de la belleza.
Es un espacio lleno de microcosmos vivos y llenos de alimentos que gracias a la sabiduría de Frida y Marco, puedes reconocer en casa rincón de este lugar.
También tiene especial protagonismo el uso de los materiales que nos ofrece la naturaleza, que nada desperdicia en la cadena de procesos que hacen posible que la vida se dé.
Después de una visita a esta lugar os aseguro que miraréis las plantas y el suelo con otros ojos.
Nos ayuda a recordar que nosotros también somos parte de estos sistemas vivos.
Una revolución sucede cada instante bajo la suela de tus zapatos.
Ves pisando de forma amable.
Gracias por esta visita